martes, 20 de julio de 2010

Caretas a la luz


El 20 de julio de 1969 un odontólogo rotario argentino que aparentemente no tenía ninguna muela que sacar y ningún tratamiento de conducto que realizar, se inspiro en la falsa llegada del hombre a la luna para mandar mil cartas a distintos países enviando un mensaje de paz y unión. A partir de ese día a algún empresario ventajero se le ocurrió utilizar ese hecho como excusa para celebrar la fecha donde la mayor cantidad de caretas salen a la luz: El Día del Amigo. Un día apropiado, por qué no, para analizar la evolución tecnológica de la sociedad a través de los años. Claro, porque pensá que hasta hace dos décadas la gente se preocupaba muchos días antes por preparar las cartas que iban a ser enviadas a sus amigos. Éstas se enviaban hasta como máximo un día antes de la gran fecha, con el fin de que el correo llegue a tiempo con el mensaje. Este medio era una gran excusa a la vez, ya que si uno no le quería mandar a alguien que no consideraba cien por ciento un amigo y después éste le reclamaba, uno se atajaba diciendo “¿qué? ¿No te llegó? Uy, estos del correo son unos pelotudos” y la relación de pseudaamistad seguía en pie. Actualmente, esta excusa ya no existe, el correo ya no es el medio elegido para enviar el mensaje de amistad. Ahora tenemos más opciones y menos excusas: Facebook, el celular (con sus smss y llamadas), los e-mails, Twitter, etc. Internet está en todos lados y ya no hay excusa para no estar diez minutos conectado y mandar un simple mensajito a esas personas que consideras que se lo merecen. Tal vez la única excusa posible, aunque muy pelotuda es “no tenia crédito”. Y no tener crédito también es un miedo, ya que los amigos que valen la pena que te mandan un sms se enojan y se ofenden si ven que no les respondes. Y se ofenden aún más si tu excusa a no haberles respondido es “no tenia crédito”, ya que quiere decir que ni te calentaste en gastar unos pocos pesos para mandar un mensajito. Nadie te pide un regalo groso, con un mensajito de reconocimiento basta, así que se ofenden con mucha mucha razón. Y después está el otro extremo: el que tiene demasiado crédito o mensajes gratis. El careta que se pide un pack de smss para mandarle a su bocha de amigos un mensaje. ¿Mensaje? ¿A eso le llamas un mensaje de amistad? ¿De reconocimiento de amistad? Si es así estás en el horno flaco/a. Una cadena que dice “Feliz Día del amigo/a..!!!” no es un mensaje de amistad. ¿Enserio pretendés que te responda eso? Ninguna cadena es un lindo mensaje de amistad. Un mensaje en este día tiene que ser personalizado, total a cuantos se los podés mandar. Porque a ver: creo que no hay más de quince amigos reales por persona. Y con quince estoy exagerando. El que le manda un mensaje de amistad o que dice “Feliz día” a alguien que vio tres veces en su vida es un careta. Ojo, quizás en tres días enteros encontrás a alguien con el que te conectas al toque y la química fluye hasta por las uñas de los pies, pero no es muy común que pase. Posta, ¿cómo alguien tiene cara para mandar un mensaje así el día del amigo? Por lo menos si es una cadena esforzate más. Y sabé que el que te conteste ese mensaje es un careta tanto como vos. No sé si estoy prejuzgando o algo, para mi es así. Así que por favor, no sean chotos: si en serio piensan en esa persona, si se ponen a analizar que esa persona sí vale la pena como amigo, no le manden un mensaje cadena y contéstenle los mensajes en serio, por algo se los mandan. Piensen antes de actuar, ya que existen amigos muy rencorosos. Y una no respuesta en este día, puede ocasionar una perdida de una persona grande, que vale la pena posta.
Así que, al fin y al cabo, el día del amigo está hecho para que la gente esté preparada para sacar los trapitos al sol y para que repiense con quién se anda juntando. Igualmente tranquilos, porque la gente lo piensa y se pone mal, pero, pasado este día, se sigue juntando con esa gente que no vale la pena y que no lo entiende. Ya que un solo día no sirve para cambiar nuestra autentica pelotudez, nuestras ganas de hacernos malasangre.
gmg

lunes, 5 de julio de 2010

Que no decaiga

Hoy en el tren todo era diferente. Las caras apagadas, las sonrisas muertas. Había peor clima que hace un mes. En la normalidad la mayoría de la gente viaja estilo zombie. No está ni feliz ni triste, simplemente está. Pero hace menos de un mes todo había cambiado. En el tren se lucían sonrisas esperanzadoras. En el subte a nadie le importaba que lo apoyen, sólo importaba ver en La Razón ("diario" gratuito que se distribuye en ese transporte) algún signo del mundial para sonreír. Desde una foto, hasta un color que remonte a la albiceleste o la palabra “Diego”, cualquier cosa bastaba para sonreír. Nada importaba. Quizás sin querer apoyabas a ese oficinista quejoso y en vez de cagarte a puteadas o tirarte un codazo, sabiendo que vos no tenías la culpa de esa situación (“flaco, no me puedo mover, ¿qué querés que haga?), respondía a tu pedido de perdón con un “No importa, no molesta. Es más apoyame que me recuerda a Messi cuando estaba marcado por tres griegos pegadísimos”. Era un mundo subterráneo sin peleas. Todos alegres, todos contentos. Y hoy fue diferente. Diferente a ese hermoso mundo utópico y diferente a otros días en épocas no mundialistas. Hoy tampoco hubo peleas, nadie tenía ganas. Insisto, todos eran una manada de zombies. Simplemente estaban ahí, como si alguien les hubiera arrancado el alma. Es que viste….otro deseo perdido, otra ilusión abajo, otro año más sin poder lograrlo…es durísimo. La verdad que es muy doloroso. Un sueño más que se cae. Un sueño más que nos quiebran y que permitimos que se quiebre. Un sueño más. Decí que, lamentablemente, ya estamos acostumbrados al fracaso. Digo lamentablemente porque no deberíamos, pero lo estamos. Y ese acostumbramiento hoy es positivo, porque ya sabemos como pararnos ante esta situación. Sabemos cómo mirar el dolor y como asimilarlo. Aunque nos lleve unos días, lo sabemos hacer. Está bien, sé que no era un sueño más, la verdad que no. Éste era El Sueño. El gran deseo. El único capaz de guardar bajo la alfombra nuestras diferencias como país. El único capaz de lograr abrazos entre barras de Boca y de River. El único capaz de hacer que Kirchner sonría frente a una tapa de Clarín. El único. Es así, sólo una copa mundial de fútbol puede lograr esto en un país netamente futbolero. Si viene un genio y pregunta a cada ciudadano “¿Qué deseas un presidente honesto y laborioso o que tu selección gane el mundial de la FIFA?”, es obvio que más de ¾ de la población elige ganar la copa. Y…es que también el argentino no es ningún boludo, es conciente que el genio cumple deseos y no que hace milagros. Y estoy abierto a que cualquiera diga “Paraaa, estás exagerando”, ya que sinceramente creo que no lo estoy haciendo. Sepan que estoy segurísimo que es así. Antes no lo podía ver, no pensaba a gran escala. Pero ahora que veo millones de personas diferentes todos los días, lo veo. Hoy todos estaban tristes y los que no estaban así estaban enojados. Pero bue, eso también era esperable. Ésto es como cortar una relación. Están las dos variantes: o estás triste por lo que terminó o estas re caliente con la otra persona (“del amor al odio hay un solo paso”). Esas son las dos personalidades claves, aunque pueden existir otras (ojala que así lo sea). Y normalmente el enojado es un panqueque, un veleta, pero no quiero meterme en ese tema, por lo menos por hoy. Por el momento sólo quiero tratar de encontrar la forma de levantar el ánimo. El mínimo cambio en el semblante de alguna me alegraría. ¡¡¡Vamos loco!!! ¡Vamos que se puede!. Por lo menos volvamos a pelearnos, no sé, pero volvamos a algo. Vamos, recuerden otros tiempos. Recuerden cómo se levantaron después del mundial pasado. Arriba que no falta mucho para ilusionarnos nuevamente, total ¿qué son tres años y once meses en estos tiempos? Nada. Vamos que ya dentro de poco tenemos un gran paso a la vuelta de la esquina. Ya, ya el año que viene llega la Copa América y se juega acá en Argentina, así que arriba. Hay que levantarse y seguir. Seguir con las banderas, los gorritos, no hay que guardarlos. Que no se vaya ese patriotismo tan lindo que se generó. Vamos arriba, dale, miremos el lado positivo: en una semana se acaban las vuvuzelas. En una semana se acaban los noticieros que se ríen de un negro que no sabe decir ni “pa” en castellano. EN UNA SEMANA SE ACABA EL WAKA WAKA. Si no te ponés feliz con eso agradéceselo a tu sordera. Siii, se acaba el Waka Waka. Y pensemos en más cosas buenas: nuestro buen vecino sigue adelante (¡Hinchemos por la celeste, carajo!), Maradona no se va a poner en pelotas. Era una linda promesa, pero imagínense al Diego desnudo, ¿les gustaría verlo? Sumale que encima le faltaría algo fundamental. Sería El Diego corriendo en bolas sin su miembro, ya que en este caso Toti Pasman la tendría tan adentro que ya se hubiese perdido. Aaah, eso también, ya no vamos a ver a Pasman caminando encorvado y con cara de sufrimiento. Y no, si ya se la sacó. Fija que cuando los alemanes festejaban tirando papelitos y gritos al cielo, Toti aprovechó la volteada y tiró el miembro del Diez por el aire, o quizás lo guardó en una cajita para después dárselo a algún león africano o venderlo en Mercado Libre o en eBay. Nooo, hay muchas cosas positivas, sólo hay que buscar, así que animo. Que no decaiga. A levantarse, a sonreír, a agitar, a gritar, a putear. Vamos que la vida sigue y hay que seguir con todo y con esperanza, porque no se olviden que, en algún momento: “Los quintos serán los primeros”.
gmg