Aclaro que voy a generalizar. Voy a hacerlo porque lo que veo en mi lo veo, también, en muchos otros hombres de mi generación y de otras. Creo que es un punto interesante para ser analizado por un sociólogo y/o psicólogo que dedica su tiempo a tratar de entender al hombre moderno, al ser masculino contemporáneo. Para exponer este punto voy a pasar a explicar lo sucedido el día de ayer:
Lejos, en mis sueños, escuché una voz conocida que, bardeándome y con algún que otro golpe bajo, insistía en pedir que me levante. Era mi mamá, que ya había logrado, por lo menos, hacerme una idea de dónde estaba situado y en qué momento, más allá de tener los ojos cerrados. Yo estaba en mi habitación, refunfuñando en la cama, moviendo mis pies entre la frazada y las sabanas descolocadas del lugar donde estaban cuando me acosté. Y si...todavía no llegó el día en que despierto en una playa griega con Scarlett Johanson entre mis brazos, pero bueno. El hecho es que en medio de esas indirectas directamente directas de mi madre, surgió un consejo originado por el hartazgo de mis quejas en días anteriores: “Con tu hermana vamos a ir a Nine hoy a la tarde. ¿Por qué no te levantás a hacer las cosas que tenés que hacer, así después venís con nosotras a mirar algunas cosas y te dejás de joder con que no tenés ropa?”. Buen consejo. Acto seguido, me levanté y así comenzó el día (a las 12:40 hs).
Eran casi las 18 hs, yo seguía haciendo cosas y las dos mujeres antes nombradas insistían en que me apurara, así nos íbamos. Accedí, sabiendo que, a los cinco minutos, yo iba a estar preparado, esperándolas a ellas. Así fue.
Llegamos a Nine (conocido shopping de Moreno) y comenzamos a recorrer. Como mi economía y mi vida aún son dependientes, necesitaba recibir el aval de madre para efectuar alguna compra. Yo quería una campera, pero ella insistía en que necesitaba unas zapatillas “formales”, necesarias para cualquier acto que lo requiera. En verdad, yo quería ambas cosas. Arrancamos viendo zapatillas, local por local, pero, a la vez, intercambiando miradas con alguna que otra campera. Y después de ver muchas y probarme algunas, terminé decidiéndome por una, que fue comprada. Me salí con la mía. La idea era comprar zapatillas, pero prevaleció, hasta el hartazgo, la idea de comprar una campera. Con todo esto se fue una hora, lo que me pareció muy extraño, ya que antes era ir, echar un primer vistazo y listo. ¿Qué pasaba ahora? Y para sumar a mi pregunta, ¿por qué mi hermana, que fue con intención de comprarse un sweater, entro a un local, hecho el vistazo y luego compró? ¿Por qué ella estaba actuando de la forma que yo actuaba antes? Y, ¿ por qué yo estaba actuando como ella actuaba antes? Sin detenerme a analizar mucho, seguimos ida y vuelta por los locales, donde encontraba zapatillas que me gustaban pero que no me convencían del todo. Quizás me gustaban mucho, pero no me animaba a decir: “Si, quiero éstas”. Hasta que vi unas que sí me gustaron mucho. Entré contento al local, ya que por fin había encontrado unas que, por lo menos, pasaban la barrera de la vidriera y llegarían a la etapa del probado. Apenas entré, vino el vendedor (cual depredador) a ver si andábamos necesitando algo.
- Hola, sí. Quería ver unas zapatillas negras que están en vidriera – le decía al vendedor, mientras nos acercábamos a la vidriera – Éstas.
- Ah, mira, no tengo de esas en tu talle. Son zapatillas de mujer, tengo hasta el 39.
¿Qué? ¿Las zapatillas que estaban por cruzar la barrera eran zapatillas de mina? Noooo! Salgo decepcionado del local y por más de media hora seguí analizando las demás opciones que tenía. Pero no me podía decidir por nada. La duda me había comido la cabeza. ¿Qué me estaba pasando? ¿Será que entramos en un proceso en el que los hombres se están mujerizando y las minas se están hombrerizando? Dios, ¿qué nos pasa? De un día para el otro: hombres con arito, con uñas pintadas, que tardan horas en decidir que ropa comprarse y que ropa ponerse. Los que me conocen deben saber que no soy una persona que se vista muy bien, o por lo menos a la moda. Y eso aún lo conservo. No es que esté en contra de la moda, simplemente me pongo lo que me gusta y listo. Pero antes no era tan histérico con la ropa. ¿Me estoy metrosexualizando? ¿Soy yo o somos todos los hombres? ¿Qué pasa? No podía responderme y no puedo hacerlo aún. Lo único que pude llegar a decirle a mi hermana en ese momento, lo único que me salió desde el fondo fue: “los hombres estamos cada vez más raros y las mujeres más independientes”. “Los hombres estamos cada vez más putos y las mujeres no se....más trabajadoras”. No sé que tenia que ver esa comparación entre ropa y responsabilidades, no sé, pero es lo único que supe decir.
gmg

Por lo menos tenes campera nueva!! igual...si vos no te diste cuenta que eran zapatillas de mujer por ahi otros tampoco lo notaban...te tendrias que haber arriesgado a comprarte un 39, andar con los dedos chamuscados, pero con las zapatillas que te gustaban jajajaja
ResponderEliminargrande pipa!
NOOO MAAAN MUY BUENOO!! ajajajaj MUY identificadoo me siento. corte q con la ropa antees me rre chupaba un huevo, pero hoy no paro de histeriquear (obviamente hasta donde mi patrimonio me lo permite). sin embargo me alegra decir q no soy el unico, tengo muchos casos en donde mis amigos estan en la misma situacion. creo q hoy en dia una mina te ficha o te analiza muchisimo en base a la ropa y a como estas vestido/combinado, es una de las cosas q mas suma ( o resta en tu caso jaja). en mi opinion (y en lo q me compete a mi) esa es la razon por q la actuo APUTAZADO o METROSEXUALIZADO en ese sentido estetico jajaja...
ResponderEliminarCONCLUSION: "una tarde en nine puede convertirse en un encuentro filosofico con uno mismo" a pesar de todo, te compraste la campera: felicitaciones
abrazo pepa
Yo siempre supe que eras un histérico, y vos no lo qeres admitir, yo sabía que la histeria estaba muy dentro tuyo, está encontrando la fuga, y quiere ser libre... jajaja “Son zapatillas de mujer, tengo hasta el 39” (me imagino que se te rieron en la cara) Me morí con eso jajaja
ResponderEliminarBueno, analicemos lo sucedido, mmm jajaja te juro que no puedo esta situación me supera jajaja zapatillas de mujer :D naa posta y eso que no hay peor cosa que ir a comprar con mi hermano (tarda tres horas y media en elegir un jean )jajaja Igual posta que yo no soy, ni de chiquita fui de dar muchas vueltas al momento de comprar...Pero es verdad últimamente los hombres tardan mas que las mujeres en el momento de elegir, o al momento de arreglarse y esas cosas..Igual no me parece mal, no lo considero menos hombre por vestirse bien, porque le guste la ropa o por que le guste arreglarse, realmente me parece perfecto. Para mi es lindo que un chico este bien vestido, que tenga onda y sepa llevar lo que tiene puesto, y tmb es lindo que este arreglado, sobre todo las manos arregladas o bien, ósea no da que toquen a una mina con las manos ásperas!!!
En resumen: Creo que te está costando un poquito, las nuevas tendencias, o por ahí las nuevas formas de ver, hacer y actuar ante estos tiempos modernos...
Pipa te quedaste en blanco y negro?, y los demás ya tienen high definition (estoy en la página de fravega y me vino al pelo)... jajaja Te cuento algo pero vos shhh, todo siguió evolucionando jajaja..